Oscar Swarman, médico a cargo de la Unidad Febril de Urgencia del hospital Santojanni de la ciudad de Buenos Aires, fue golpeado por un hombre que estaba enojado porque no se había podido hacer el test de coronavirus.
"Sabíamos que iba a venir una cantidad muy importante de personas a hisoparse, pero sabíamos que teníamos un número limitado a las cuales íbamos a poder ingresar y atender. Eran las 12.50 o 12.55 cuando yo ya tenía hisopadas a 240 personas. Es decir, casi una persona por minuto", sostuvo el profesional sobre el hecho.
Y agregó: "o tuve tiempo ni de tomar un vaso de agua o de ir al baño en cinco horas. Cuando miramos para afuera aún había otras 150 o 200 personas esperando para hisopar, pero teníamos la capacidad de testeos agotada. A todos ellos se les avisó esto temprano y ya se había dejado de dar número. Es decir, sabían”, relató.
Fue en ese momento cuando la gente "se empezó a violentar y se armó una horda salvaje. La gente que estaba trabajando dentro de la UFU se tuvo que atrincherar", contó Swarman, quien además del golpe sufrió amenazas.
Pero el ambiente no se apaciguó con la llegada de la Policía, ya que los presentes también los agredieron. "Los insultaban, los empujaban, los escupían, les gritaban, los amenazaban. Yo no veo lógico que la policía se coma golpes, empujones, escupitajos y no se pueda defender”, señaló el médico.