Las graves inundaciones que afectan al estado de Rio Grande do Sul, al sur del país y con frontera con Uruguay y la Argentina, dejaron hasta el momento 29 muertos y 60 desaparecidos, según las últimas cifras oficiales, en medio del “peor desastre” en la historia del estado, adonde viajó ayer el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
“Infelizmente, sabemos que esos números van a aumentar. Tenemos 60 desaparecidos registrados, algunos en lugares inaccesibles”, dijo el gobernador Eduardo Leite. El gobierno local decretó el “estado de calamidad pública” en el territorio afectado desde hace una semana por fuertes precipitaciones con granizo y vendavales, que provocaron inundaciones y deslizamientos.
El Servicio Municipal Autónomo de Agua y Saneamiento (Samae) emitió una alerta sobre el riesgo de rotura de la represa Dal Bó. Debido a la suba del nivel del agua en el embalse, la alerta exige la evacuación de los barrios más próximos.
Según el concesionario, ya se ha abierto una compuerta adjunta para ayudar a reducir el nivel del agua. El miércoles por la noche, la estructura estaba abierta al 75%, pero el jueves por la mañana fue necesario ampliarla al 100%.
La empresa también afirma mantener el control sobre el agua que se escapa por el aliviadero, pero si se alcanza la capacidad máxima de la presa, las casas y los barrios cercanos sufrirán posibles inundaciones.
La región está siendo evacuada por los organismos de seguridad municipales. “La compuerta se abrió al 100%. En cualquier momento las casas frente al aliviadero podrían sufrir inundaciones. Emitimos una señal de evacuación para la zona. (...) Personal de seguridad se encuentra en la región alertando a las familias y ayudando con la evacuación. Los ingenieros también están en la represa evaluando la posibilidad de que se rompa debido a las fuertes lluvias”, anunció Samae en las redes sociales.
Otra represa colapsó
Eduardo Leite, el gobernador del estado declaró que “recientemente recibimos información sobre la ruptura del estribo derecho de la represa 14 de Julio. Creemos que el efecto no será el de una inundación, sino que seguirá el curso libre del río hacia Santa Bárbara y Teresa.
Intentamos hacer todo el trabajo posible para evitar la ruptura, pero ni siquiera pudimos acceder con helicópteros. El efecto será el aumento del río Taquari y de la cuenca Taquari Antas”, afirmó el gobernador.
“Evacuamos, con alertas desde ayer, y las comunidades que no pudimos evacuar, contactamos a los líderes. Estamos trabajando para mitigar los efectos.
Es una situación dramática en Rio Grande do Sul, absolutamente excepcional, peor de lo que podríamos haber previsto y todo el mundo necesita ponerse a salvo”.