El Ejecutivo superó a principios de esta semana dos votaciones en la Asamblea Nacional (Cámara baja) destinadas a bloquear la impopular medida, que quedó así automáticamente adoptada tras su reciente aprobación por decreto el pasado jueves.
Si bien las votaciones constituyeron un triunfo, el mandatario liberal -acusado de autoritario por sus críticos- se expone a un alto costo político a cuatro años de concluir su segundo mandato, en el que aspira a otras reformas pese a no tener control absoluto del Parlamento.
Desde mediados de enero, su Gobierno enfrenta el rechazo unánime de los gremios, de gran parte de la oposición y de dos de cada tres franceses -según los sondeos- a su plan de retrasar la edad jubilatoria de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027
Criticas de Le Pen
La dirigente de ultraderecha y ex candidata presidencial de Francia Marine Le Pen afirmó ayer martes, que el mandatario Emmanuel Macron empuja al país hacia un "estallido social" con su polémica reforma jubilatoria, resistida por sindicatos y la oposición.
"El gobierno está creando concientemente todas las condiciones para que se produzca un estallido social, como si lo estuviera buscando", dijo Le Pen a la agencia de noticias AFP. La jefa de la bancada de 88 diputados de Agrupación Nacional afirmó que en septiembre pasado había advertido a la primera ministra, Élisabeth Borne, que no haría nada para "apagar el incendio" si el gobierno decidía, como ocurrió el jueves, imponer por decreto la reforma de las jubilaciones.
La decisión de subir de 62 a 64 años la edad mínima de la jubilación prescindiendo del voto parlamentario generó duras protestas y actos de vandalismo en diversas ciudades del país. (Telam)