Pese a los 600 efectivos policiales que se dispuso por parte del ministerio de Seguridad de la provincia para el partido Clásico, se registraron violentos incidentes entre los simpatizantes que pretendías entrar a la cancha en el acceso norte y la policía apostada en el lugar en el marco del operativo, ya que mucha gente se agolpó en un momento y forzaron el portón de hierro en el ingreso principal al estadio Brigadier López.
La policía actuó arrojando gases lacrimógenos y se produjeron violentos enfrentamientos, empujones y golpes, incluso personas con heridas en la cabeza que tuvieron que ser asistidas por las unidades de emergencias, a las pocas horas de la apertura de los accesos al estadio.