Un insólito robo ocurrió en la madrugada del jueves en un edificio de Maipú al 2200, en el barrio del Abasto, donde un delincuente demostró una sorprendente habilidad para la escalada y el sigilo. Sin que nadie lo advirtiera, trepó por un árbol hasta el primer piso y desde allí accedió al balcón de un departamento en el segundo nivel. Una vez dentro, aprovechó que el dueño dormía para llevarse varias pertenencias, entre ellas un televisor de 32 pulgadas, una mochila, ropa y hasta una tarjeta Sube.

La víctima del robo, Ariel, se percató del hecho recién a las 7 de la mañana, cuando se despertó para ir a trabajar. “Me levanté como todos los días y noté que faltaban varias cosas. No solo el televisor, también mi mochila, ropa y hasta la tarjeta de transporte. Se llevó todo lo que pudo cargar”, relató con impotencia.

Las cámaras de seguridad del edificio registraron cada movimiento del delincuente, quien mostró una destreza impresionante. En las imágenes se observa cómo sube ágilmente hasta el balcón, ingresa al departamento tras levantar la persiana y luego, con el botín en sus manos, desciende por el mismo camino. Lo más asombroso es que, al descolgarse con el televisor, logró aterrizar sin problemas en la baranda del primer piso antes de saltar al suelo y huir.

Más allá del robo en sí, Ariel tuvo que enfrentar otro inconveniente: radicar la denuncia. “Recorrí tres comisarías diferentes. En cada una me decían que debía ir a otra, porque la actuación policial que hicieron los agentes que vinieron a la mañana estaba en otro lado. Una locura”, expresó molesto.

El damnificado también reflexionó sobre la inseguridad y el impacto que pudo haber tenido el hecho si su hijo de 10 años hubiera estado en casa. “Anoche estaba solo, pero si mi hijo se despertaba y se encontraba con un extraño en la casa, no sé qué podría haber pasado. Hoy en día no estás seguro ni siquiera en tu propio hogar”, lamentó.

El caso generó preocupación entre los vecinos, quienes señalaron que este tipo de robos acrobáticos parecen volverse cada vez más frecuentes en la ciudad. La policía analiza las imágenes de las cámaras para intentar identificar al delincuente y dar con su paradero.