En su artículo titulado “Una teoría política sobre la ayuda exterior”, Hans Morgenthau analizó la puesta en práctica de la ayuda exterior en términos del eventual grado de conveniencia para el país dispuesto a brindarla, nación que identificó como “donante”. Este autor consideraba controvertida la idea de incluir cualquier iniciativa de ayuda entre los instrumentos de política exterior.
Conviene tener presente que se trata de uno de los principales fundadores de la escuela “realista” para poder adentrarse en su teoría que entre otros aspectos, cuestiona el tipo de debate presupuestario que el Congreso de EE.UU. dedica año tras año al ítem ayuda exterior, sosteniendo que éste “sólo gira en términos de cuánto dinero se va a destinar sin ahondar en los objetivos reales”.
No obstante esa mirada calculadora, la posición de Morgenthau concede que existen intereses estadounidenses que no se pueden perseguir con medios militares o con métodos tradicionales de diplomacia. Con su mirada en torno a la teoría de las relaciones internacionales, el autor distinguió varios tipos de ayuda exterior: humanitaria, de subsistencia, militar, de prestigio y para el desarrollo económico.
Sobre ese último tipo de ayuda, el influyente teórico ha enfatizado que existe una especie de “soborno” amparado por una corriente (idealista) que acepta como válida la idea de que las naciones altamente desarrolladas tienen como obligación transferir dinero y servicios a países socialmente rezagados.
Pero para el caso de gobiernos dispuestos a brindar asistencia, Morgenthau postuló que la ayuda no es políticamente efectiva si el destinatario sólo reconoce el gesto pero diferenciándose del mensaje político que la nación donante procura transmitir. Se hace notar así un juego de discernimiento basado en reglas prototípicas del realismo, que escruta cada acción según los intereses esenciales del país, preguntando en cada uno de los procesos de toma de decisión qué tipo y cuánta cantidad de ayuda exterior se debe dispensar para lograr el resultado deseado.
Aplicando al segundo tiempo de Donald Trump y sin olvidar que la tendencia histórica de Estados Unidos ha sido de acercamiento de los gobiernos republicanos a la teoría realista, el campo de la cooperación internacional y del multilateralismo se perfila significativamente desafiante, a juzgar por los discursos recientes del electo presidente para el período 2025-2029.