El pasado viernes 6 de diciembre, la Cámara de Senadores de la provincia otorgó sanción definitiva a la Ley que declara necesaria la reforma parcial de la Constitución de Santa Fe.

En el marco de una histórica Sesión Extraordinaria Especial, el proyecto que horas antes fue aprobado por la Cámara de Diputados se sancionó con el voto afirmativo de 14 senadores (integrantes del bloque Unidos para Cambiar Santa Fe y del bloque Unite) y el voto negativo de los cuatro representantes territoriales que conforman el bloque Justicialista.

En exclusivo por LT9, el docente y abogado constitucionalista, Roberto Sukerman, se refirió a esta sanción, a la que catalogó de "positiva" en términos generales, "tenemos una constitución provincial del año 62, es decir, que tiene justamente 62 años. Hubo distintos intentos en distintos gobiernos, de distintos signo político y nunca se pudo avanzar. Así que me parece que desde ese lugar, planteándolo desde lo más general, me parece muy importante". 

El ex ministro de trabajo de la provincia reivindicó la existencia de acuerdos entre espacios de diferente color político y sostuvo que "no hay manera de avanzar, si uno pone, antes que nada mezquindades, en lugar de gestos de grandeza".

En está línea, además, consideró que "muchos de los errores que se han cometido en estos 40 años de democracia son no haber llegado a más acuerdos los distintos signos políticos para mejorar la vida de la ciudadanía".

Si bien la modificación de la carta magna es parcial, la propuesta legislativa aprobada dispone la modificación de 40 artículos e incluye un cúmulo de temas para que la Convención debata su incorporación, "me parece importante para los que solamente creen que esto -la reforma- es el intento de reelección del gobernador" destacó Sukerman.

Bajo la consulta de cómo impactaría esta reforma en la cotidianeidad de las y los santafesinos, el abagado explicó primeramente que la Constitución es un instrumento para la convivencia democrática, y desde esa base se disparan múltiples posibilidades de impacto, como por ejemplo una de las modificaciones plantea que la legislatura trabaje apartir del mes de febrero, "estamos hablando de muchos meses más de trabajo, ese trabajo de la legislatura debería reedituar en mejores leyes, en mayor calidad institucional, en mayor debate y en mayor calidad de vida".

Posteriormente, señaló que el principal desafío es intentar que la reforma "no sea cosa de una elite o solamente de la dirigencia política, sino que justamente podamos discutir la reforma en los temas habilitados en cada barrio, en cada escuela, en cada institución. Si se piensa que esto es solamente para iluminados o para académicos, nos vamos a equivocar, tiene que ser una reforma constitucional participativa". 

Finalmente sobre la elección de los convencionales constituyentes, Sukerman explicó que había dos posibilidades: "Elegir los 69 convencionales por toda la provincia o dividirlos como de alguna manera está divivida la Cámara de Diputados, y me parece que las dos formas podían dar resultados". Sin embargo, advirtió que la primera opción podía quitarle participación a distintas regiones más alejadas de las grandes ciudades, mientras que la segunda opción busca generar una compensación porque cada uno de los departamentos tendrá al menos un representante. 

Para concluir manifestó, frente al interrogante, su deseo de ser Convencional Constituyente.

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