Los fuertes cruces verbales entre el ministro de exteriores ruso Lavrov y su par estadounidense Blinken, marcaron el inicio de las deliberaciones. Blinken instó a los asistentes “ a no dejarse engañar por Rusia y vinculó la invasión de Ucrania al "proyecto imperialista de Putín”
Por su parte el ministro de Exteriores de Ucrania acusa a Rusia de "mentir" sobre las negociaciones antes de salir de la sala para no escuchar a su homólogo Lavrov, quien por su parte avisó de que se puede pasar de una guerra fría a otra "caliente" y cuestionó el papel actual de la OSCE
El jefe de la diplomacia ucraniana, Andri Sibiga, ha sido uno de los más críticos, con un discurso contra las "atrocidades" en el que ha descrito a Rusia contra "la mayor amenaza para la seguridad del mundo". Le acusa de justificar la invasión con falsos pretextos y ahora de "mentir" cuando di que quiere la paz.
"Hablan de negociaciones sólo para distraer la atención de lo que realmente hacen. Hay que observar sus acciones, no sus palabras", ha lamentado Sibiga, antes de recordar la más reciente ola de ataques contra infraestructuras críticas y objetivos civiles de Ucrania.
Así, ha llamado a no considerar a Rusia un "socio" de la UE, ya que su mera participación en esta organización representa "una amenaza para la cooperación en Europa", según el discurso recogido por el Ministerio de Exteriores, que ha confirmado también la salida de Sibiga y otros ministros de la sala antes del discurso de Lavrov.
Réplica de Rusia
Por su parte, el titular de Exteriores ruso ha denunciado que la OSCE es una "víctima" de los esfuerzos por "subordinar" Europa a los intereses de Estados Unidos. Considera que, tal como está concebida actualmente, no queda "ni un sólo ámbito" en el que la OSCE pueda ejercer algún papel "útil" para favorecer la seguridad y la cooperación europea y ha preguntado si no debería haber investigado el sabotaje a los gasoductos Nord Stream, del que se culpó a Moscú en un primer momento.
"Una OSCE así no tiene sentido", ha dicho Lavrov, para quien ahora existe "un riesgo mucho mayor" de que se repitan los riesgos que se consideraron aparcados tras el fin de la Guerra Fría, informa la agencia Interfax.
El ministro maltés, Ian Borg, anfitrión de la cita, ha dedicado parte de intervención a advertir de la seguridad internacional y, en presencia de Lavrov, ha abogado por que la OSCE facilite una paz "justa y duradera" en Ucrania. Para ello, ha considerado imprescindible la retirada de las tropas rusas.
Por su parte, la ministra alemana, Annalena Baerbock, ha acusado a Moscú de librar un "juego cínico" dentro de la OSCE. "Al igual que Rusia utiliza bombas y aviones no tripulados para atentar contra la paz y la seguridad en Europa, (el presidente Vladimir) Putin también está atacando a la OSCE", ha declarado, según la agencia de noticias DPA.
Los gobiernos del este de Europa se habían mostrado ya antes de la reunión especialmente críticos con la presencia de Lavrov --varios países bálticos optaron por rebajar el nivel de su delegación-- y el jefe de la diplomacia polaca, Radoslaw Sikorski, ha insistido desde La Valeta en que su homólogo ruso sólo va para "mentir". "No me sentaré en una mesa con Lavrov", ha adelantado Sikorski, partidario de que la OSCE también expulse a Rusia de sus filas como han hecho otros organismos internacionales, entre ellos el Consejo de Europa.