El Papa Francisco envió una emotiva carta saludando y felicitando a los integrantes de la Mesa del Diálogo Santafesino, entidad que conformó en su momento el entonces arzobispo de Santa Fe José María Arancedo tras la inundación de 2003 e invitando a representantes de otros credos y de instituciones sociales, productivas e intermedias, a poco de cumplirse otro aniversario de su creación.
Jorge Bergoglio no pasó por alto sus recuerdos cuando estudió en el Colegio Inmaculada Concepción de nuestra ciudad y destacó que el simple acto de "fomentar una cultura del encuentro, ha dado sus frutos", en alusión a la idea que surgió por parte de las autoridades eclesiásticas en ese momento para sobreponerse de un momento muy difícil en la ciudad como lo fue la catástrofe hídrica por el desborde del río Salado.
LA CARTA DEL PAPA FRANCISCO:
Vaticano, 22 de octubre de 2024
A la Mesa del Diálogo Santafesino:
Queridos amigos y amigas de Santa Fe de la Vera Cruz, ciudad que recuerdo con gran cariño por aquellos años vividos en el Colegio de la Inmaculada Concepción . En esta oportunidad, felicito a todos los integrantes de la Mesa del Diálogo Santafesino, en vísperas de cumplir los 20 años desde su creación.
Me consta que vuestro espacio institucional, nació en momentos muy difíciles del país y, particularmente, para Santa Fe que sufría las consecuencias de la inundación del año 2003 que arrasó con un tercio de la ciudad.
En aquél entonces, urgía reconstruir el tejido social, ponerse de pie y comenzara caminar hermanados. Ustedes supieron interpretar esa angustia social y, para ello, sabiamente decidieron crear un espacio plural de encuentro que permitiera superar las múltiples adversidades.
En estos años, aquellos objetivos que guiaron vuestro accionar como tomar conciencia acerca de la responsabilidad social en la vida comunitaria; despertar el sentido de pertenencia ciudadana y fomentar una cultura del encuentro, han dado fruto.
A través del diálogo y del respeto mutuo promovieron una cultura del encuentro que necesita nuestra patria ante tanto antagonismo estéril que no resuelve los problemas estructurales que Argentina padece desde hace tiempo. Sólo en el amor al otro, edificando el bien común, podremos cultivar la amistad social que no excluye y fraterniza con todos.
Los animo a seguir desarrollando la fraternidad con diálogo, respeto y acciones considerando al otro como un hermano valioso e íntegramente digno. De este modo podrá abrirse paso un mundo en justicia, en paz e inclusión.
Fraternalmente