Un total de 22 personas murieron al estrellarse un helicóptero en la península de Kamtchatka, en el extremo oriente de Rusia.
Se trata de tres tripulantes y 19 pasajeros de un helicóptero Mi-8T que había despegado de la zona del volcán Vachkazhets y se dirigía a localidad de Nikolaevka, situada a unos 17 kilómetros al suroeste del aeropuerto internacional de Elízovo.
"Los primeros informes señalan que los miembros de la tripulación y los pasajeros murieron. No hay supervivientes", informó una fuente de la comisión investigadora del siniestro citada por la agencia Interfax.
La aeronave siniestrada pertenecía a la compañía aérea regional Vitiaz-Aero.
Una fuente de la investigación citada por la agencia Interfax indicó que la causa más probable del accidente pudo ser un "error de pilotaje en condiciones meteorológicas adversas".
No obstante, los investigadores todavía no han descartado la posibilidad de que el Mi-8T haya sufrido una falla mecánica.
El helicóptero desapareció el sábado con 19 turistas y tres miembros de la tripulación a bordo, según datos preliminares ofrecidos por la Agencia Federal de Transporte Aéreo del país.
Fin de las tareas de rescate
Las autoridades de Rusia han dado por concluida este lunes la operación de búsqueda y rescate de las víctimas del accidente de un helicóptero el sábado en Kamchatka (este) tras recuperar los cuerpos de los 22 ocupantes del aparato siniestrado.
El ministro de Emergencias de Kamchatka, Sergei Lebedev, ha indicado en un mensaje en su cuenta en la red social VK que "la operación de búsqueda y rescate ha sido completada" y ha añadido que "los cuerpos de las víctimas han sido hallados y entregados a las autoridades forenses".
"Doy las gracias una vez más a todos los que participaron en la operación de búsqueda y rescate", ha manifestado. "Kamchatka está unida", ha señalado, al tiempo que ha vuelto a trasladar sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Las autoridades han declarado el 3 de septiembre como un día de luto en Kamchatka en recuerdo a los fallecidos en el siniestro del helicóptero Mi-8. El fuselaje fue hallado en una colina a unos 900 metros de altitud, cerca del último punto de contacto entre la tripulación y las autoridades antes del siniestro, todavía bajo investigación.