El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, reportó un deceso y apuntó que no podía decir si había más víctimas porque las autoridades no habían podido evaluar la situación en las islas de Carriacou y Petite Martinique, donde hubo informes iniciales de daños importantes, pero las comunicaciones estaban en gran medida cortadas.
“Tenemos la esperanza de que no haya más decesos o lesionados” , declaró. “Pero tengan en mente los retos a los que nos enfrentamos en Carriacou y Petite Martinique”. El funcionario añadió que el gobierno enviará personal a primera hora para evaluar la situación en las islas.
Las calles en la isla de Santa Lucía, al sur de Granada, quedaron repletas de zapatos, árboles, cables caídos y otros escombros. La tormenta partió los árboles de banana por la mitad y mató vacas, que quedaron tendidas sobre los pastizales como si estuvieran durmiendo, cerca de donde las frágiles viviendas de lámina se tambaleaban.
“En este momento me siento realmente desconsolada” , dijo Vichelle Clark King mientras evaluaba los daños en su tienda de Bridgetown, la capital de Barbados, que estaba llena de agua y arena.
Devastadoras consecuencias
El huracán seguía avanzando por el sureste del Caribe en la madrugada de este martes, con una trayectoria que lo llevaría a pasar cerca del sur de Jamaica y lo encaminará después hacia la península de Yucatán, en México, posiblemente la tarde del jueves y como una tormenta de categoría 1.
Beryl se encontraba a unos 715 kilómetros (445 millas) al este-sureste de Isla Beata, en República Dominicana, y se movía en dirección oeste-noroeste a 35 km/h mph (22 mph). Se emitió alerta de huracán para Jamaica, además de una por tormenta tropical para toda la costa sur de La Española, la isla que comparten Haití y República Dominicana.
Es probable que se produzcan fluctuaciones, pero se espera que la intensidad de Beryl ronde la de un gran huracán a medida que avanza por el Caribe central y pasa cerca de Jamaica el miércoles, apuntó el NHC. Después, se espera un notable debilitamiento.
El último huracán potente que azotó el sureste del caribe fue Iván, hace 20 años, que causó docenas de muertos en Granada.
El lunes por la tarde, las autoridades granadinas recibieron “reportes de devastación” de Carriacou y de las islas próximas, según Terence Walters, coordinador nacional de desastres.
Mitchell dijo que viajará a Carriacou tan pronto como sea seguro y apuntó que hay una “extensa” marejada ciclónica.
En Barbados, el ministro del Interior y de Información, Wilfred Abrahams, dijo que una vez pase el huracán se utilizarán drones — que son más rápidos que las cuadrillas que recorren la isla — para evaluar los daños. (AP)