El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció ayer la interrupción del tratamiento para la desnutrición aguda que estaban recibiendo unos 3.000 niños en el sur de la Franja de Gaza como consecuencia de los ataques de las últimas semanas contra la ciudad de Rafá y sus alrededores.
"Siguen apareciendo imágenes horribles de Gaza de niños que mueren ante los ojos de sus familias debido a la continua falta de alimentos y suministros nutricionales, y a la destrucción de los servicios de atención sanitaria", ha declarado la directora regional de UNICEF para Oriente Próximo y el Norte de África, Adele Khodr.
Tras ello, ha advertido que estos niños corren el riesgo de "sumarse a la creciente lista de niños y niñas que han muerto a causa de esta privación sin sentido provocada por el hombre" si no se reanuda "rápidamente" su tratamiento.
Khodr también ha mostrado su preocupación por el riesgo de que más niños sufran de desnutrición pese a la "ligera mejora" del flujo de ayuda humanitaria en el norte del enclave, y es que en el sur este "ha disminuido drásticamente".
"Los primeros resultados de los recientes exámenes de malnutrición en las gobernaciones del centro y el sur de Gaza indican que los casos de malnutrición moderada y grave han aumentado desde la segunda semana de mayo, cuando la entrega de ayuda y el acceso humanitario se vieron considerablemente restringidos por la escalada de la ofensiva de Rafá", reza el comunicado. Además, ha añadido que este aumento de casos suponen un riesgo debido al colapso del sistema de servicios para la desnutrición debido a que uno de los tres centros dedicados a ello ha dejado de funcionar.
La directora regional ha informado de que el tratamiento de un niño con desnutrición aguda suele durar entre seis y ocho semanas de atención ininterrumpida y de alimentos terapéuticos especiales, entre otras cosas.
"Nuestras advertencias sobre el creciente número de muertes infantiles debidas a una combinación evitable de desnutrición, deshidratación y enfermedades deberían haber movilizado una acción inmediata para salvar las vidas de los niños y, sin embargo, esta devastación continúa, agrega el informe publicado por Europa Press.
Con los hospitales destruidos, los tratamientos interrumpidos y los suministros escasos, nos estamos preparando para más sufrimiento y muertes infantiles", ha agregado. Khodr también ha explicado que estos niños tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades y otros problemas de salud debido a la falta de acceso a agua potable, al desbordamiento de las aguas residuales y a la falta de artículos de higiene.
Por último, ha asegurado que tanto UNICEF como el resto de organismos de la ONU están intentando conseguir garantías de que las operaciones humanitarias puedan recoger y distribuir ayuda a los palestinos de forma segura y sin interrupciones.
"Necesitamos mejores condiciones operativas sobre el terreno, con más seguridad y menos restricciones. Pero, en última instancia, lo que más necesitan los niños es un alto el fuego", afirmó.