Cerca de 250 personas fueron secuestradas por Hamás durante el ataque del 7 de octubre que desencadenó el conflicto y trasladadas a la franja de Gaza.
Las autoridades israelíes estiman que 120 personas siguen cautivas. De estas, 43 han sido declaradas muertas sin que se encontrara su cadáver. Ayer lunes, se confirmó la muerte de cuatro rehenes más.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, avanzó el viernes una propuesta para lograr el fin del conflicto, según la cual algunos rehenes quedarían libres durante un alto el fuego preliminar.
Sin embargo, los esfuerzos de mediación para cerrar el acuerdo se han estancado, analiza hoy El País.
Mientras, siguen los combates. Más de un millón de personas han huido de Rafah, en el sur de la Franja en el último mes, estima la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA).