— Rosario 3
La jueza María Trinidad Chiabrera resolvió este viernes dejar detenidos en prisión preventiva a la mayoría de los imputados por extorsiones a un empresario de los juegos de azar que sufrió atentados en varios de sus locales de la firma El Califa.
Se trata de una causa que tiene nueve acusados, entre ellos al cabecilla de los Monos Ariel “Guille” Cantero y a Mariana Ortigala, una mujer que –según explicaron los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno– “se hizo multimillonaria en poco tiempo”.
La evidencia expuesta en las sucesivas audiencias salpicó al fiscal Matías Edery, quien quedó en una situación comprometida por su relación con la ahora imputada Ortigala, que fue testigo en el juicio al capo mafioso Esteban Alvarado que culminó en prisión perpetua. Esta semana, Edery fue objeto de una denuncia penal cuyo trámite inició la fiscal general María Cecilia Vranicich.
La jueza Trinidad Chiabrera, luego de una semana de audiencias, le dio la derecha a la Fiscalía y resolvió dictar la prisión preventiva para Guille Cantero, Ortigala; Rodolfo Sebastián Felipe, Bladimir Andrés “Colo” Navarro; Daiana Micaela “La Diabla” Leguizamón; Kevin David Moreno; Brian Ezequiel Díaz y Lorena Córdoba.
El imputado Gonzalo Sarmiento, en tanto, quedó en libertad por acuerdo de partes.
La Fiscalía indicó que Guille Cantero planificó extorsiones al dueño de El Califa con el fin de lograr que entregara nada menos que un millón y medio de dólares en concepto de “protección”.
Para ello, se dijo, Guille utilizó un teléfono fijo de la cárcel de Marcos Paz.
Con relación a los aprietes a Cristian Q., dueño de El Califa, “hay dos secuencias diferenciadas cometidas por diferentes grupos de personas, pero siempre bajo el ala o habilitación de Cantero”, indicó el fiscal Socca. La primera en 2021 y 2022; y la segunda en 2023.
Según la imputación, el “ancla” y/o “nexo” era La Diabla Leguizamón mientras cumplía prisión domiciliaria en San Nicolás. “Era la encargada de contactarlo y/o derivarlo y/o incorporar a diversos interlocutores a la comunicación con Cantero para permitir la continuidad y el desarrollo de las actividades ilícitas, obstaculizando la identificación de los interlocutores y la investigación de la Justicia.
En la primera secuencia de embates extorsivos, la Fiscalía ubicó a Ortigala, a su esposo Felipe y a Lorena Córdoba –viuda del jugador de poker y “zar” del juego clandestino de Rafaela, David Perona–.
En la segunda secuencia, que data de junio, entró en juego Brian Díaz, hermano de Maximiliano “Cachete” Díaz, un hombre de Los Monos que purga 29 años de prisión por el crimen de un apostador en el Casino City Center, señaló Socca.
La causa, que transita su etapa de investigación penal preparatoria, tiene su correlato callejero. Al menos eso se desprende del cartel hallado que acompañó la balacera contra la YPF de zona norte, el martes por la noche, donde había un contingente de alumnos de un colegio secundario por salir de viaje.
El escrito tenía una amenaza al fiscal Matías Edery y le reprochaba su contacto con Ortigala para “armar causa a los pibes”. Un estudiante debió ser internado en el Heca por haber recibido un balazo en una pierna.
El martes 12 de septiembre, horas después de concretada la detención de Ortigala, tiratiros balearon el minimarket de Mendoza y Matienzo, un inmueble que es investigado como parte del patrimonio de esta mujer. La propiedad supo pertenecer a un hombre que fue condenado por narcotráfico. El comercio, que tuvo otros rubros en el pasado, ya había sido blanco de ataques.
Pero, además, hubo otra balacera que podría estar relacionada con la saga. Es que el domingo tirotearon por enésima vez el Complejo Penitenciario de Rosario, ubicado en 27 de Febrero al 7800, donde está ubicada la Oficina de Recepción de Detenidos (Order), donde está alojada Ortigala.