El tema ya venía desde el invierno del año pasado, cuando se conoció que Plaza Colonia había solicitado un reclamo formal por la falta de pago del golero albiverde ante la FIFA, que terminó obviamente fallando en contra de Unión por el reclamo que hizo Plaza por la deuda del cargo del préstamo del año pasado, de la que solo se habían pagado algunas cuotas y que tiene un mes y medio para cumplir, más allá que también tiene las instancias de apelación y la alternativa de acudir al TAS, todo lo que correría en gastos para la entidad argentina.
Cuando parecían calmarse los ánimos, Unión fue a Montevideo de pretemporada y jugó amistosos (no quiso saber nada de hacerlo con Plaza) y Gustavo Munúa lo pidió para entrenar. Allí se vivió el peor momento, cuando los gerenciadores se enteraron que además había sido puesto de titular en un amistoso jugado en Punta del Este, pese a que no había contratación vigente alguna.
Pero Unión tuvo suerte y al presidente Luis Spahn le salió todo redondito: pasaron los días y al no haber ofertas por Santiago Mele, la SAD arregló un nuevo convenio para 2023.
Así mientras por un lado corrió el reclamo 2022 de Plaza que ganó en FIFA y venció el plazo, por el otro se negoció el nuevo acuerdo 2023 al que llegaron para el préstamo del arquero que pertenece al albiverde, un año con opción de compra pero si en junio aparece algún interesado y pone 1,5 millones de dólares, se lo lleva aunque la ventaja que va a tener Unión es la prioridad de igualar la oferta y por esa misma cifra y quedarse con los servicios del golero campeón del Torneo Apertura 2021 con Plaza y la valla menos vencida con 7 goles en 15 partidos.