Luego de almorzar con sus patrones y compañeros de trabajo, Woldryk no se presentó a trabajar. Sus pares intentaron contactarlo y lo buscaron por todo el lugar sin éxito. Allí fue cuando se comunicaron con la Policía.
El personal policial ahora intenta darle un seguimiento a las últimas horas y días en los que Woldryk estuvo presente.
La Dirección de Investigaciones de Bolívar realizó pericias tecnológicas y determinó que el peón fue víctima de una extorsión telefónica desde el 22 de marzo.