La dirigencia junto a la Secretaría Técnica siguen moviéndose en busca de acelerar las negociaciones por jugadores que son claves para Munúa y también en los refuerzos que pretende el entrenador uruguayo, pensando en el 2022 que será agitado para el rojiblanco. 

Uno de los puestos que busca reforzar el DT es la zona de ataque. El primer nombre que apareció es el de Sebastián Sosa Sánchez, a cual el propio Munúa llamo en dos oportunidades y le expresó su deseo de contar con el para el año que se avecina. 

Lo que ocurrió fue que, la primera propuesta por parte de Unión quedó muy lejos de los números que maneja la representación del jugador, y de las otras propuestas que tiene en la mesa. 

Otro nombre que aparece nuevamente en la órbita del tatengue es el de Cristian Tarragona, quien no seguirá en Vélez. El santafesino e hincha de Unión analiza propuestas del fútbol local, y también sondeos de Chile y México. Si Unión quiere contar con este tipo de futbolistas, tendrá que romper el canchito, ya que lo económico y más en estos tiempos es fundamental. Habrá que ver también, si Spahn esta vez está dispuesto a desembolsar un dinero grande en incorporaciones. 

Con esta búsqueda de delanteros, es prácticamente un hecho que Nicolás Cordero y Nicolás Blandi no serán tenidos en cuenta por el entrenador. 

Luego están los futbolistas con los que hay que acordar su continuidad y que son piezas claves en el equipo. Esos jugadores son Juan Manuel García, Enzo Roldán y Sebastián Moyano. También ver lo que suceda con Fernando Márquez, otro que está pronto a vencer su vínculo. 

Se vendrán días movidos de charlas y negociaciones y donde aparecerán nombres de todo tipo como posibles refuerzos, y más en estos tiempos que empieza a moverse el mercado de pases.