Jorge Cingolani, empleado de la sucursal de Correo Argentino de la ciudad de Sastre, volvía a su hogar tras salir del trabajo cuando divisó un bolso que decidió levantar. Para su sorpresa se trataba de dinero en efectivo, y nada más ni nada menos que tres millones de pesos.
"Pacquiao", como le dicen sus amigos por su fanatismo por el boxeador filipino, pensó en postear lo sucedido en redes sociales para intentar dar con el dueño. Sin embargo consideró esto un tanto peligroso, debido a la gran cantidad de dinero. Así que lo que hizo fue tomarle una foto al bolso, que tenía un logo característico, sin detallar su contenido.
Una hora y media más tarde lo llamaron. Se trataba de un peón rural que viajaba a dedo cuando extravió el bolso con los ahorros de toda su vida.
Cingolani describió el encuentro como "muy emocionante" y aseguró que ambos lloraron juntos.
Pero a la historia le faltaba aun más: cuando el hombre, agradecido, lo quiso premiar con 100 mil pesos, Cingolani se negó.
"Lo que no es mío, no me pertenece. Nunca fue mi intención quedarme con la plata o que me den algo a cambio" aseguró el sastrense.