Las declaraciones de Kim llegaron tras las advertencias de los grupos de derechos humanos de que el país enfrenta una grave escasez de alimentos e inestabilidad económica.
En una conferencia del partido, Kim pareció comparar la situación con una hambruna mortal infame en la década de 1990.
Corea del Norte ha cerrado sus fronteras debido a la pandemia de coronavirus. Ha paralizado el comercio con China, su línea de vida económica. Esto también se suma a las sanciones económicas internacionales existentes sobre el programa nuclear de Pyongyang.
En una rara admisión de las dificultades que se avecinan, Kim pidió ayer a los dirigentes del partido que "libren otra 'Ardua Marcha' más difícil para aliviar a nuestro pueblo de la dificultad, aunque sea un poco".
La marcha ardua es un término utilizado por los funcionarios de Corea del Norte para referirse a la lucha del país durante una hambruna devastadora en la década de 1990, cuando la caída de la Unión Soviética dejó a Corea del Norte sin ayuda crucial. Se estima que alrededor de 3 millones de personas murieron durante ese período.
Corea del Norte a menudo lucha por alimentar a su gente "No es inusual que Kim Jong-un hable sobre dificultades y dificultades, pero esta vez el lenguaje es bastante duro y eso es diferente", dijo a la BBC Colin Zwirko, analista de Corea del Norte de NK News.
"En octubre pasado, por ejemplo, pronunció un discurso en el que dijo que él mismo no logró lograr suficientes cambios . Pero mencionar explícitamente que ha decidido llevar a cabo una nueva Marcha Ardua no es algo que haya dicho antes".
A principios de esta semana, Kim advirtió que el país enfrentaba la "peor situación" y "numerosos desafíos sin precedentes".
¿Qué tan mala es la situación?
Ha habido advertencias durante meses de que la gente de Corea del Norte está luchando. Los informes sobre las dificultades parecen provenir especialmente de las ciudades cercanas a la frontera con China, donde el contrabando habría sido una gran fuente de ingresos para muchos.
Según los informes, el precio del maíz, la dieta básica de la mayor parte de las zonas rurales de Corea del Norte, ha fluctuado enormemente y, en ocasiones, un kilogramo de maíz ha costado más que el salario de un mes.
Lina Yoon, investigadora de Human Rights Watch, dijo en un informe reciente citando contactos no identificados en el país que "apenas llega comida al país desde China desde hace casi dos meses". "Hay muchos más mendigos, algunas personas murieron de hambre en la zona fronteriza y no hay jabón, pasta de dientes ni pilas".
El relator especial de la ONU sobre los derechos humanos de Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana, advirtió el mes pasado en un informe de una "grave crisis alimentaria" que ya está provocando desnutrición y hambruna.
"Se han reportado muertes por inanición, al igual que un aumento en el número de niños y ancianos que han recurrido a la mendicidad porque las familias no pueden mantenerlos". No está claro si actualmente está llegando al país alguna ayuda. (BBC news)