Dos científicos santafesinos han desarrollado una moderna herramienta para conocer más sobre la transmisión del coronavirus en los colectivos. Ambos investigadores del CONICET son docentes de la UNL y trabajan en uno de los importantes institutos de investigaciones que tienen el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y la Universidad Nacional del Litoral.
Se trata del CIMEC, Centro de Investigación de Métodos Computacionales, ubicado a orillas de la Laguna Setúbal, dentro del Centro Científico Tecnológico.
Los doctores Damián Ramajo y Santiago Corzo se abocaron a responder a la crisis sanitaria que tiene en jaque al mundo desde sus especialidades, orientando su investigación a conocer cómo se propaga este temido virus dentro de un ómnibus de pasajeros, algo clave dentro de la actividad urbana cotidiana, ya que se trata de una modalidad de movilidad colectiva utilizada por miles de personas al día.
En diálogo con Ignacio Donetti por LT9, el doctor en Ingeniería con mención en Mecánica Computancional, Damián Ramajo, explicó: "Es una herramienta que estamos tratando de desarrollar y que nos permite seguir las trayectorias de las partículas que uno exhala durante distintas actividades y cómo estas se pueden mover denetro del ómnibus".
Este estudio reciente tiene como finalidad analizar el transporte de partículas producidas al hablar, toser o estornudar en un recinto cerrado -específicamente como lo es un colectivo-, a fin de comprender la propagación del virus. Con esta preocupación muy importante para la salud pública, comenzaron a analizar distintos parámetros tales como la posición de los pasajeros y la influencia del Aire Acondicionado, entre otros aspectos.
"La idea se basa en el hecho de que está bastante demostrado que gran parte de los contagios están dados por los aerosoles, que son partícular micrométricas que uno emite cuando habla o tose y que tienen gran capacidad de permanecer en el aire porque al ser tan chica no se depositan tan grande como podría ser una gota más grande", destacó.
Con su trabajo, los científicos santafesinos lograron identificar el nivel de evaporación de la saliva dependiendo del tipo de exhalación, el grado de transporte aéreo y el nivel de contaminación provocado, utilizando para ello herramientas propias de la mecánica computacional fluido-dinámicas.
"Es una herramienta. El uso sería aplicarla a los distintos ómnibus que haya teniendo en cuenta todas las características que estos tengan, cuáles son los filtros que están instalados, cuál es la capacidad de renovación o recirculación de aire. Son parámetros que entran en juego en el cálculo y permiten estimar el riesgo o la seguridad de viajar duante determinado lapso de tiempo", indicó Ramajo.
Y agregó: "Si me preguntás por una opinión general de qué sería más o menos seguro diría el uso del barbijo y el hecho de renovar el aire lo más posible son aspectos que hacen a la mayor seguridad durante el viaje".
La complejidad del trabajo demandó recurrir a dos métodos científicos específicos. Para los casos de tos y estornudos, donde las partículas de saliva exhaladas son de tamaño considerables, se utilizó un método de la dinámica de gases y partículas, mientras que para analizar una persona hablando, se recurrió a un método de simulación empleado para el transporte de gases.
Otros consejos a la hora de tomar el colectivo
- Una persona infectada hablando emite cinco veces más virus que una solo respirando, por lo que mantener silencio en el viaje es fundamental.
- No comer en el colectivo.
- No hablar por celular durante el trayecto.
- Los lugares donde el aire permanece más estanco siempre suelen ser malos en todos los sentidos.
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Con información de prensa del Conicet Santa Fe