Hasta el mayor lobby de defensa a ultranza de la libre portación de armas debió reconocerlo. La National Rifle Association (NRA) admitió que el mecanismo que usó el autor de la masacre de Las Vegas para convertir rifles semiautomáticos en armas automáticas debería estar "sujeto a regulaciones adicionales".
Se trata del llamado "bump fire", un simple culatín de plástico que vale 100 dólares y puede comprarse libremente en cualquier negocio de armas. Pero el "bump fire" permite eludir el mecanismo de bloqueo de fuego automático que tienen por ley federal las armas largas que se venden en EEUU, como el popular AR-15, versión civil del que usan los marines y el ejército.
También es muy común la tenencia del AK-47 en su versión semiautomática. Con un simple "bump fire" de epoxi (ver foto) se los transforma en armas de guerra. Su letalidad quedó trágicamente demostrada en la masacre de Las Vegas, donde el asesino Stephen Paddock usó al menos dos rifles con este mecanismo. Originalmente fueron hechos para ayudar a gente con discapacidad a disparar un arma semiautomática, sin tener que presionar el gatillo por cada bala. Pero rápidamente derivaron en un modo de eludir la prohibición de las armas automáticas y acceder al disparo por ráfagas. Es lo que hizo la noche fatal del lunes pasado Paddock. Los videos del hecho registran claramente una sucesión casi interminable de disparos a alta velocidad.
La NRA aseguró que el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) debe revisar inmediatamente si los "bump fire" cumplen las leyes federales. La NRA, de enorme influencia en el Congreso, igualmente rechazó la respuesta inicial de legisladores demócratas que han presionado por aumentar el control de armas. Como demostró nuevamente la matanza de Las Vegas, esos controles son prácticamente inexistentes, tanto para las armas como para las municiones. Paddock compró 47 armas armas semiautomáticas y miles de cartuchos sin que ninguna autoridad lo indagara.
Los "bump fire" se colocan en minutos. El arma dispara continuamente, aumentando la velocidad de entre 45 y 60 balas por minuto a entre 400 y 800 por minuto, de acuerdo a un informe de la legisladora Dianne Feinstein, demócrata por California. La Casa Blanca dijo que el presidente Donald Trump está de acuerdo con la propuesta de la NRA. La vocera presidencial Sarah Huckabee Sanders dijo que "ciertamente estamos abiertos a tener esa conversación". Y líderes republicanos con amplia experiencia en el Congreso se dijeron dispuestos a prohibir los automatizadores.El comentario de la NRA y los legisladores representa un distanciamiento sorpresivo de los republicanos, dada la antipatía general que tienen hacia cualquier tipo de regulación de armas. Sin embargo,los líderes republicanos del Senado y Representantes, Mitch McConnell y Paul Ryan, dejaron en claro que sus prioridades eran "otras".
Fuente: La Capital