La Catedral Metropolitana de Paraná, Monumento Histórico Nacional y donde se realizó la primera reunión del Congreso Nacional en 1853, busca fondos para continuar un proyecto de restauración y puesta en valor, informó el ingeniero Raúl Cerini, integrante del equipo técnico a cargo.
Con un presupuesto total de 2.3 millones de dólares, los trabajos de la primera etapa fueron realizados con fondos propios y finalizan en febrero próximo.
La parroquia "Nuestra Señora del Rosario" es el principal templo católico de Paraná, y está ubicada sobre calle Su Santidad Francisco en homenaje al Papa Francisco y frente a la plaza Primero de Mayo, la principal de la capital entrerriana.
El proyecto "tuvo tiempos de mucho abandono", en 2006 se comenzó a gestar nuevamente pero que con el correr del tiempo fue modificándose ya que el inicial "atendía sólo urgencias debido al gran deterioro" de la Catedral, señaló Cerini.
En diálogo con la agencia informativa Télam, el ingeniero sostuvo que durante 10 años los fondos del Gobierno provincial que ingresaron se destinaron para "lo más urgente: detener los ingresos de agua y arreglar la cubierta" del edificio de más de 3.500 metros y de 136 años.
Declarada Monumento Histórico Nacional en 1942, el edificio mantiene un estilo ecléctico en sus dos torres, su cúpula, y en las tres naves de su interior.
La obra estuvo presupuestada dentro de las realizadas por el Bicentenario Argentino en 2010, pero "se aplicaron a otras obras patrimoniales provinciales, a pesar de muchos años de gestiones", agregó.
Cerini dijo que era necesario comenzarlas "no sólo desde el punto de vista estético sino también de riesgo, porque se producían desprendimientos y podían lastimar a los que ingresan a la Catedral, que recibe un importante flujo de turistas".
Por eso, en octubre de 2019 el Arzobispado de Paraná decide iniciar las obras que tienen un presupuesto total de 2,3 millones de dólares, y comenzó la primera etapa de obras.
Con fondos propios y aportes de ciudadanos y feligreses, "empezamos de derecha a izquierda trabajando en todo el frente", indicó.
"La primera etapa finaliza en febrero, e incluyó la restauración y puesta en valor de la fachada de la Catedral desde la pintura y restauración de molduras, y la creación de una protección anti pájaros", detalló el arquitecto.
También se realizaron trabajos estructurales en las placas de las terrazas y torres, y un estudio de suelo "para buscar las causas de los problemas, y se encontraron restos arqueológicos de las anteriores iglesias como molduras y pizarras".
Un restaurador de molduras tomó más de 600 molduras del frontis y tímpanos "que estaban muy dañados y llenos de musgos y helechos; se hicieron moldes, se replicaron originales y reemplazaron las faltantes y las deterioradas", añadió.
Los ingresos de agua en la Iglesia produjeron fisuras, donde crecieron helechos que fueron cubriendo la mampostería y los revoques anteriores.
"Todo eso se eliminó, se hizo un proceso de limpieza, repintado, refacción y colocación de redes para proteger que concluirán en febrero", remarcó.
Finalmente, destacó que la colaboración económica "de la gente es importante pero es una obra muy grande", y por eso solicitan aportes gubernamentales.
"Entendemos que es compleja la situación del país pero queremos que, al ser monumento nacional, podamos tener una respuesta, ya sea nacional, municipal o provincial", concluyó.
En 1730 el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires, a pesar de tener las negativas de los curas de Santa Fe y su Cabildo, decidió crear la parroquia en Paraná, trasladando los ornamentos del culto de San José del Rincón a Paraná.
Entre esos ornamentos se encontraba un cuadro de Nuestra Señora del Rosario, que terminó dando nombre a la Catedral paranaense.
La primera construcción finalizó en 1732, la segunda en 1753, en 1807 comenzó la tercer edificación, y en 1882 se demolió para dar lugar a la actual edificación, creada por Juan Bautista Arnaldi, uno de los grandes arquitéctos de 1880, e inaugurada en 1886.