En medio de las negociaciones por el nuevo convenio colectivo de trabajo para la industria, el titular del gremio lechero Atilra, Héctor Ponce, se manifestó a favor de una rápida negociación de parte de las autoridades de la cooperativa láctea SanCor, con la multinacional neocelandesa Fonterra. "Es una empresa muy seria, con importante presencia internacional que hace tiempo está buscando producir fuera de Nueva Zelanda. Bienvenida Fonterra, que también es una cooperativa, y si logra ser la empresa que va a estar comprando a SanCor es porque viene para quedarse, para producir y para competir", destacó Ponce.
El directivo priorizó en este sentido el status de cooperativa que la neocelandesa comparte con SanCor, entre las distintas alternativas que se manejan para la posible venta de activos a la compañía con sede en Sunchales, Santa Fe, además de la clara necesidad de acelerar los trámites en medio de una actividad que sufre la baja de producción desde hace varios años en el país. "Si se genera una sociedad anónima en donde un tercero va a poner el dinero y las condiciones para que la empresa sea sustentable, hay que ver qué piden conservar quienes hoy manejan la cooperativa. Exigimos que se hable en forma objetiva y responsable: con SanCor se ha perdido muchísimo tiempo", agregó el dirigente gremial que confirmó que ya está listo el nuevo convenio colectivo de trabajo del sector. "La negociación está cerrada, pero hay que bajarlo a los trabajadores. Estamos satisfechos porque había demasiados intereses contrapuestos pero logramos conservar conquistas", detalló.
La situación se da en medio de una caída de la producción en el sector, no sólo por una cuestión estructural que afecta a toda la cadena láctea desde hace años, sino también por las fuertes inundaciones de las últimas semanas que afectaron la cuenca lechera, principalmente en la provincia de Buenos Aires (en los tambos de la provincia se encuentra el 28% del rodeo lechero nacional). Según Carbap, la zona tambera bonaerense se vio afectada en más de un 30%, con casi un 20% de pérdidas en cuanto a la capacidad láctea. Los últimos datos oficiales marcan que en agosto la producción primaria cayó un 2%, después de cuatro meses de crecimiento (de abril a julio). Tomados los ocho primeros meses del año se evidencia un declive en la producción del 6%, que se acrecienta con una caída en las exportaciones superior al 30%, según los datos de la Subsecretaría de Lechería.
En este contexto, Ponce advirtió sobre la posibilidad de un ajuste que afecte a los trabajadores y afirmó que las empresas "de manera malintencionada quieren bajar costos apuntando a la estructura salarial". Al respecto, citó a la firma Saputo que trabaja con importantes niveles de productividad, de alrededor de 3000 litros por trabajador por día, mientras otras usinas de baja tecnificación apenas llegan a los 1000. "Son los mismos trabajadores, la diferencia tiene que ver con la tecnificación que logran unas y otras empresas. Es un error tremendo creer que la productividad se tiene que dar por los trabajadores", expresó.