Los trasladados son 112 internos de las alcaidías de Vera, Reconquista y Tostado, y de la cárceles de Coronda y Las Flores los condenados trasladados a la unidad penal.
La cantidad de presos enviados a este destino, llama la atención. Se trata, de un movimiento de alta escala, inusual en ámbito carcelario.
Con este contingente, la población penal se ve multiplicada y la cárcel que se caracterizaba por ser de régimen semiabierto o “Cárcel granja”, comienza a adoptar un perfil de complejo penitenciario multipropósito.
Vale recordar que hace unos meses tanto las fuerzas vivas de Vera como el Obispado de Reconquista hicieron expresa su preocupación y rechazo por la posibilidad de que este cárcel dejara de lado su esencia socializadora y reeducadora de personas en conflicto con la ley, para pasar a ser una unidad de máxima seguridad que alojaría internos de probada peligrosidad.
Con aquella movida, la intención de la provincia de avanzar en tal sentido había quedado desbaratada, aunque con el paso del tiempo el traslado finalmente se concretó.