Oscar Pardini, el vecino de Casilda acusado de abusar de sus tres hijos y ser el padre de su nieta producto de una violación, pasará 25 años en prisión. En la mañana de este martes, un tribunal integrado por los jueces Carlos Pareto, Ignacio Vacca y Juan José Tutau lo condenó por abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante, ambos agravados por el vínculo y por el aprovechamiento de convivencia.
Los fiscales Emiliano Ehret y Marianela Luna, de la sede de Casilda, lo habían acusado por hechos de abuso sexual en reiteradas oportunidades que, por su duración y sometimiento, implicaron peligro de depravación en las víctimas.
Pardini fue detenido después de que, en 2017, sus hijos denunciaron en la Comisaría de la Mujer que habían sufrido reiterados abusos en su vivienda de barrio Nueva Roma.
El hombre de 59 años era respetado entre sus vecinos y conocido por su devoción católica. Era ministro de la eucaristía y solía personificar a Jesucristo en las procesiones del Vía Crucis. Pero los testimonios vertidos en el juicio describieron a una persona totalmente distinta puertas adentro de su casa: golpeaba a su mujer y a sus hijas, a quienes también abusaba. Con la mayor, tuvo una hija producto de una violación.
Pardini nunca lo reconoció. Argumentó que la joven había estado en contacto con semen en una pileta, o que le habían puesto alguna sustancia en la bebida en un boliche. Habló de un “circo armado” y dijo que sus hijos eran incapaces de decir lo que constaba en las denuncias.
Las pruebas de ADN dieron por tierra con la defensa de Pardini. Demostraron que es el padre de la bebé que tuvo su hija mayor. Las pruebas llevaron al tribunal a condenarlo por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de convivencia con la menor de edad, con abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de convivencia con los menores de edad. Lo absolvieron de abuso sexual simple.
Fuente: Elciudadanoweb.com