El presidente de la Nación, Javier Milei, que este viernes recibió de su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, la presidencia temporal por un año del Mercosur, brindó un discurso crítico contra el bloque comercial sudamericano, y afirmó que “no puede serguir siendo un cepo para los países miembros”.
Pese al reciente acuerdo comercial entre el bloque y la Unión Europea, el mandatario nacional sostuvo que las medidas del Mercosur “fueron a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global”. Además, comparó la economía de los países miembros con las de otros vecinos del continente que no forman parte del grupo.
“Nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años de cerrar un acuerdo, que aun dista de ser una realidas; mientras vecinos como Perú y Chile se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con protagonistas del comercio mundial”, precisó.
Y agregó: “Mientras el resto del mundo se abría gracias al comercio, nosotros le dijimos que no a Estados Unidos, que ofrecía un acuerdo en todo el continente. Pero esa perorata disfrazada de nacionalismo le costó carísimo a nuestros ciudadanos”.
En base a lo expuesto, propuso discutir el rol del bloque en el futuro: “El Mercosur, que nació para profundizar nuestros lazos comerciales, terminó siendo una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas, ni su potencial exportador”.
“Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y seamos honestos intelectualmente; aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficie a todos, para comercializar más y mejor”, propuso.
Por último, al momento de exponer como presidente pro tempore, concluyó: “La realidad es que tenemos dos caminos, o aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos, lo cual no es la voluntad del gobierno argentino, o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades de sus integrantes”.