Hezbolá, viendo cómo Israel atacaba con contundencia el enclave (Gaza), decidió sumarse a la causa palestina y abrir un segundo frente de batalla en la frontera norte de Israel. Desde entonces, el Ejército israelí y Hezbolá --respaldado por Irán y que cuenta con un importante peso político en Líbano-- mantienen una serie de enfrentamientos.
El continuo lanzamiento de misiles y drones por parte de la milicia chií contra los primeros kilómetros de territorio israelí han provocado que más de 80.000 personas hayan tenido que abandonar sus hogares en el norte de Israel.
Las tensiones no han hecho más que ir en aumento, más aún con las declaraciones cruzadas de los líderes de uno y otro bando.
Mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha amenazado a Hezbolá con una guerra total; el líder supremo de la milicia libanesa, Hasán Nasralá, ha rechazado escalar hasta tal punto las hostilidades, pero sí ha recomendado a Israel "estar preparado".
En este contexto, desde el consejo regional de Mateh Asher --ubicado en el margen occidental de Alta Galilea, en el norte de Israel-- reconocen que la situación ha llegado a tal punto que una gran ofensiva contra Hezbolá parece casi inevitable, aunque inciden en recalcar que nadie en Israel quiere una guerra que, sin embargo, confían en que sería devastadora para Líbano.
El consejo regional de Mateh Asher engloba varios asentamientos, incluidos decenas de kibbutz como el de Matzuva, escenario de los últimos ataques de Hezbolá y donde a comienzos de semana el impacto de varios proyectiles de la milicia libanesa han dejado al menos dos reservistas heridos. "Tenemos miedo de hacer una vida normal a 20 kilómetros de la frontera. Esta es la situación cada día. Es la situación en la que vivimos. No empezamos (la guerra) con Hamás, Hamás nos atacó. Y no empezamos la guerra con Hezbolá, fue Hezbolá quien decidió apoyar a Hamás", ha aseverado jefe del Departamento de Seguridad de Mateh Asher, Ishay Efroni, en declaraciones a la prensa en un encuentro organizado por Europe Israel Press Association (EIPA).
Así las cosas, las comunidades israelíes del norte se han visto obligadas a contar con su "propio equipo" militar. "Nosotros, como comunidad, es todo lo que podemos hacer", ha señalado Efroni, quien, con un rifle de asalto colgado del hombro, ha especificado que en cada municipio estos equipos cuentan con el armamento y munición necesaria y, además, reciben instrucción "cada mes o cada semana".