La celebración de la 35ª Marcha de los Vivos, tiene lugar el día en que Israel conmemora el Día de la Memoria del Holocausto y que este año cae en la víspera del 80 aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia.
Entre los participantes en el solemne acto, a diferencia de años anteriores, había supervivientes del Holocausto, muchos de ellos nonagenarios, que vivieron la agonía de Auschwitz o de alguno de los otros campos de exterminio en los que la Alemania nazi intentó exterminar a la población judía de Europa, y estuvo a punto de conseguirlo.
La marcha comienza en esa puerta y conduce a Birkenau, el gran campo situado a 3 kilómetros donde los judíos de toda Europa eran transportados en tren y asesinados en cámaras de gas.
Algunos asistentes, entre ellos personas de Israel y Estados Unidos, se encontraron por primera vez cara a cara con algo que forma parte de su psique desde hace mucho tiempo: las torres de vigilancia, los restos de las cámaras de gas y las enormes pilas de zapatos, maletas y otros objetos que las víctimas llevaron consigo en su viaje final.