Donald Trump llegó ayer lunes a Nueva York desde Florida para presentarse este martes ante la Justicia, ser fichado por la Policía y conocer los cargos por los que se convirtió en el primer expresidente procesado de la historia de Estados Unidos, en medio de enorme expectación y de temores a protestas de sus seguidores.
Su regreso a la ciudad donde se hizo famoso en la industria inmobiliaria y del espectáculo abre un capítulo inédito en la historia de Estados Unidos, con Trump en el medio de su tercera campaña para llegar a la Casa Blanca y de un caso que tiene al país en vilo, con aristas de todo tipo: legales, políticas, culturales y sociales.
Procedente de su mansión en Florida, el empresario aterrizó en el aeropuerto neoyorquino de La Guardia en su avión privado Boeing 757 negro, rojo y blanco con un "TRUMP" impreso en letras doradas a sus costados, según mostraron imágenes de canales de televisión.
Desde allí se dirigió a la Torre Trump, el rascacielos que lleva su nombre en la icónica Quinta Avenida de Nueva York, donde pasó la noche. Según refiere la agencia Europa Press, Trump fue visto saludar a partidarios al entrar al edificio a plena luz del día. La calle estaba cortada por ambulancias y patrulleros y camionetas y furgonetas negras con vidrios polarizados.
Trump fue imputado el jueves por el posible pago secreto de 130.000 dólares (más de 120.000 euros) a Clifford por parte del exabogado del expresidente Michael Cohen. Trump se ha convertido así en el primer exmandatario estadounidense en ser imputado, lo que podría acabar con sus aspiraciones de retornar a la Casa Blanca en las elecciones previstas para 2024.