El Gobierno de Perú decretó el domingo el estado de emergencia por 60 días en siete departamentos del centro-sur para intentar contener las protestas contra la presidenta Dina Boluarte y el Congreso, que ya han dejado decenas de muertos en dos meses.
La decisión se adoptó horas después de que una multitudinaria marcha para exigir la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso terminara el sábado con enfrentamientos en el centro de Lima, la capital de Perú, con 26 detenidos y 24 heridos.
Según recoge la agencia Telam, el descontento social con las nuevas autoridades nacionales tras el cese del exmandatario Pedro Castillo ha dejado unos 60 muertos en todo el país, entre pedidos de dimisión y de celebración de elecciones presidenciales anticipadas.
Tras las nuevas protestas de este sábado en Lima, el Gobierno declaró el estado excepcional en los departamentos de Madre de Dios, Cuzco, Puno, Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna, que conforman casi la práctica totalidad del centro-sur del país.
El decreto dice que la medida, que suprime algunas garantías constitucionales y da más poderes a las fuerzas de seguridad, se adoptó para "preservar la paz y la seguridad social" de Perú en medio de la crisis política y del creciente estallido social.
El control de la seguridad en el sureño departamento de Puno quedará bajo gestión interna de las Fuerzas Armadas, "incorporando a la Policía Nacional para lograr sus objetivos de seguridad en la zona de emergencia", agregó el decreto.