La histórica bajante del Paraná continúa su marcha y, según los expertos, queda todavía mucho por delante. Es que el Instituto Nacional del Agua (INA) vaticina que a fines de septiembre el río alcance su altura más baja en la historia.
De esta manera se superaría la baja más profunda registrada hasta el momento, que data del año 1944 cuando registró -1,04.
El seguimiento es constante, y la Jefatura de Gabinete los sigue de cerca y constantemente. De hecho, recientemente se anunció la asistencia de $1.000 millones para las localidades afectadas por la bajante.
En la última medición realizada, el río arrojó una altura de -0,50 en Puerto Santa Fe.