Los países que se oponen a liberar las patentes de las vacunas contra el coronavirus se unieron este miércoles en su contrapropuesta, que no modifica el actual sistema de propiedad intelectual, e impidieron nuevamente alcanzar un acuerdo en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La Unión Europea (UE) presentó el 4 de junio pasado una iniciativa alternativa que se basa en un acuerdo multilateral que incluya "precios asequibles" de los inmunizantes a los países que más lo necesiten y facilitar "el uso de licencias obligatorias", lo que permitiría que más laboratorios desarrollen fármacos genéricos a cambio del pago de un canon a aquellos que poseen las patentes.
Mientras la acción presentada por Sudáfrica e India en octubre del año pasado exige levantar por "al menos tres años" los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas y tratamientos contra el Covid-19, esta contrapropuesta no modifica sustancialmente las actuales normativas internacionales, que ya contemplan el uso de licencias obligatorias para casos especiales.
Incluso Bolivia ya avanzó en esta alternativa al presentar la documentación en la que justifica la necesidad de obligar a Johnson & Johnson a entregar su patente a un laboratorio canadiense que asegura tener la capacidad de fabricar y vender unas 15 millones de la vacuna monodosis. El mismo camino ya inició Antigua y Barbuda.