Las naciones occidentales armaron que los comicios no fueron "ni libres ni justos" y la oposición los tachó de "farsa".
La votación había sido duramente criticada por Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea, que también las consideraron una farsa por la ausencia de verdaderos candidatos de oposición y controles independientes del proceso.
Assad dijo que estas acusaciones eran "inútiles", reseñaron las agencias de noticias AFP y ANSA.
Se votó en las zonas controladas por el Gobierno
En un país asolado desde 2011 por la guerra, 14,2 millones de personas acudieron a las urnas, de los 18,1 millones teóricamente convocadas a votar, lo que implica una tasa de participación del 76,64%.
Los comicios se celebraron en las zonas controladas por el Gobierno, es decir, dos tercios de territorio, y en algunas embajadas sirias en el extranjero.
Se trata de las segundas presidenciales que se celebran en el país desde que 2011 estalló la guerra que dejó más de 388.000 muertos.
En 2014, al Asad obtuvo más del 88% de los votos, según los resultados oficiales. (Telam)