El sacerdote aseguró que se trata de esconder lo que pasa en las villas del conurbano, “no puede ser que en una ciudad como esta, la más rica del país, con un presupuesto que parece el de una ciudad europea no haya agua o la gente no tenga luz”. 

Además de la Serna fue muy crítico con los medios de comunicación, que por una pauta ayudan a esconder estas situaciones. “En estos casos podemos pensar que hay algo de malicia o complicidad de los grandes medios”, sostuvo.

“Ahora pareciera que la muerte de Ramona fuera un meteorito que cayó del cielo y la de Víctor producto de un avance extraterrestre. No hay responsables en algo que evidentemente lo hay”.

Desde hace tiempo “vienen disimulando la villa 31. Desde la época de Carlos Mugica dejaron de llamarlas villa miseria para llamarlas villas de emergencia, ahora la llaman barrio, barrio 31, La cuestión es lo que se hace o no se hace, puede pasar que falte el agua uno o dos días, pero acá nadie se preocupa que no haya agua, más en este momento en que hay que lavarse las manos a cada rato”.

“En todos los barrios faltan millones de cosas, desde el hacinamiento, la falta de trabajo por el otro, la falta de comida y la gente que se comienza a organizar. Por ese motivo la solución siempre nace de la misma gente”. Esa frase absurdo de que en lugar de darles el pescado hay que enseñarles a pescar, además de absurda es falsa y es hasta una falta de respeto, porque saben pescar pero les robaron el lago”.

Lo que yo tengo claro es que hay mucha ausencia del Estado en los barrios, que pongan un Mc Donalds en la entrada no quiere decir que llegaron para urbanizar.”

“Movimientos sociales hay en todos lados, pero está claro que en el caso de Garganta Poderosa es un movimiento social que nace de las villas, con comedores, cooperativas, guarderías, hay muchas cosas buenas que se hacen en esos grupos”.

En relación a la intensificación de controles y testeos en los barrios, el padre de la Serna dijo que en el conurbano tienen cierta presencia, pero fuera de eso cuanto mayor control haya mejor será. 

“Es difícil cumplir con la cuarentena en los barrios marginales, imaginen una familia con cuatro hijos todo el día juntos en una casilla de 4x3, pero en los barrios se nota que la gente hace todo lo posible para respetar la cuarentena”, aseguró el cura villero.