El país es el primero en Europa en disminuir las restricciones a los escolares frente al Covid-19. Alrededor de 650 mil niños volvieron a las aulas, que fueron modificadas para mantener la distancia social.
El Gobierno ha manifestado que la vuelta al colegio de los menores de hasta 13 años de edad servirá para que los progenitores se centren en sus trabajos y ayuden a impulsar la economía, pero lo cierto es que son muchos los que ven con recelo la medida.
Dinamarca, con 5,6 millones de habitantes, fue uno de los países más “rápidos” en llevar a cabo una estrategia para contener el Covid-19.
El 12 de marzo pasado ordenó una cuarentena antes de registrar fallecidos, convirtiéndose en uno de los primeros países en Europa en imponer cierres.
Ahora vuelve a ser un pionero, esta vez para relajar las medidas ante la caída en la curva de contagios registrada en las últimas semanas.
No obstante, en las redes sociales, un grupo de padres ha abierto y difundido una página de Facebook en la que defienden que sus hijos continúen en casa y no sean empleados “como ratas de laboratorio”. “Es poco lo que se sabe del virus como para que sea seguro exponer a los niños al riesgo de ser contagiados”, subrayan.
En este contexto, son muchos los padres que han llamado a boicotear las medidas de reapertura, que se han acometido siguiendo distintos criterios y limitaciones, siendo por ejemplo el número máximo de alumnos de diez, con la premisa de seguir manteniendo el distanciamiento social.
Por otro lado, buena parte del sector empresarial ha aplaudido la propuesta de la Primera Ministra Mette Frederiksen, quien estima oportuno ampliar la primera fase de relajación de las medidas adoptadas en el marco del confinamiento.
Dinamarca, aunque a través de unas medidas diferentes, sigue de este modo los pasos de Austria, primer país de la Unión Europea en retirar las medidas de cuarentena y reabrir algunas tiendas, aunque los colegios permanecen cerrados. (La Tercera/Telecinco/LT 9)