El próximo 5 de diciembre comenzará en Reconquista el juicio al cura Monzón en Reconquista por el abuso a dos menores de edad en el año 2015. Uno de ellos en el momento tenía 3 años.
Esta mañana habló por LT9 Andrea, la mamá de la niña abusada por el sacerdote. "hace 4 años que venimos pidiendo justicia por lo que vivimos, especialmente ella y mi sobrino. Nuestra hija reveló los hechos el 26 de diciembre de 2015", expresó.
"Sufrí ataques en mi trabajo, de familiares del cura, de que yo le había inculcado eso en la cabeza en mi hija. A la que más atacaron fue a mi, pero nos niños no mienten", añadió Andrea.
"Después que hice la denuncia, a mi hija le aparecieron verruguitas, cuando le tomaron muestras se determinó que fue contagiada con HPV. Fue de terror ver a mi hija anestesiada y que le saquen muestras en el quirófano", dijo más adelante.
"Mi hija está bien, no deja de nombrar al cura Monzón, cuando rezaba no decía Padre Nuestro sino decía Padre Néstor. Ahora sigue diciendo el padre Néstor me hizo daño", destacó.
"Sufrí ataques en mi trabajo, de familiares del cura, de que yo le había inculcado eso en la cabeza en mi hija. A la que más atacaron fue a mi, pero nos niños no mienten", señaló en forma contundente Andrea y agregó que "por mi hija voy a luchar hasta que este señor esté preso, no me importa luchar contra una institución como la iglesia".
Cabe destacar que el padre del niño, por su parte, hizo la denuncia el 28 de abril del año 2016.
Luego de todos los pasos procesales, Néstor Monzón, fue detenido e imputado. Después de un tiempo, el sacerdote recuperó libertad con restricciones: tenía prohibido acercarse a las víctimas, no cometer delitos, no consumir alcohol ni drogas y otras más previstas en la ley.
El Fiscal que lleva adelante la causa, Alejandro Rodríguez, expresó que están convencidos que las pruebas que tienen en su poder son suficientes para que condenen al sacerdote: “se consideró que los hechos fueron cometidos por un hombre mayor de edad; ministro de un culto religioso; practicado en contra de niños en condiciones de alta vulnerabilidad, quienes debieron soportar el abuso en circunstancias gravemente ultrajantes para su presente y futuro. En relación a una de las víctimas, lo ocurrido se dio en un contexto concreto de violencia de género que nuestra ley repudia, a la que, además, transmitió una enfermedad que dañó significativamente la salud de la menor”.
“Los abusos sexuales en los niños constituyeron una invasión, un avasallamiento al psiquismo de ambos, quienes por su corta edad y por la evolución de sus psiquis, no están en condiciones de simbolizar lo que pasa”, concluyó Rodríguez .