La nave ofrecida forma parte de la primera serie de 4 unidades construidas en la década del 80 por los astilleros Hyundai Heavy Industries y Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering, la marina surcoreana comenzó a darlas de baja a partir de 2014.
El diseño corresponde a una fragata ligera de 2.300 toneladas de desplazamiento con capacidad para misiones anti buque y antisubmarino, dotada de 2 lanzadores cuádruples de misiles Harpoon, tiene 103.7 metros de eslora, una velocidad máxima de 34 nudos (63 km/h) con una autonomía de 8.000 millas náuticas (15.000 km; 9.200 mi) a 16 nudos (30 km/h), la planta motriz es de dos turbinas de gas LM 2500 de General Electric (GE) y dos motores diesel (crucero) MTU 16V 538 TB82 en una configuración combinada de diesel o gas (CODOG). Se sabe que el buque a recibir sólo conserva dos cañones de 76 mm y cuatro de 30 mm, fueron quitados los lanzadores de misiles y sistemas asociados, también los tubos lanzatorpedos. Sin el poder de fuego de origen quedó en una configuración semejante a un modesto patrullero oceánico que complementaría la capacidad de control y vigilancia del litoral marítimo que recuperó la Armada con la compra de 4 modernas unidades de fabricación francesa. Antes de aprobar la oferta coreana los expertos de la cancillería analizan información acerca de si el equipamiento instalado puede comprometer la independencia estratégica del país a la hora de buscar repuestos o renovar componentes. La cuestión Malvinas continúa como obstáculo silente cuando se debe acudir a proveedores de origen británico.